Este pequeñín tuvo un inicio en su vida un poco traumático y triste.

Su mamá era primeriza, y las dificultades del parto,  la falta de experiencia, y ver que sus compañeras se alejaban de donde ella estaba, hizo que se decantase por seguir adelante, y dejar a Luzio solito.

Por suerte para él, al ver lo ocurrido, una pareja intentaron que mamase de su mamá, pero ella no se dejaba, y pudo tomar muy poquito calostro, la primera leche materna súper importante y necesaria para todo bebé.

No permitieron que se quedase en medio del prado, con depredadores y un destino poco agradable.

El 2 de marzo comenzó su vida, en la que gracias a esta pareja, y a su madre, se en cierto modo, le salvó.

No morirá para convertirse en trozos de carne por ser macho, ni le utilizarán como semental para seguir robando a familias sus bebés con los que ganarse el sueldo.

Luzio es libre, y tiene toda una vida de posibilidades, de crecer, jugar y aprender junto con Susana y Enzo, de quienes no se separa, y les succiona cada parte de su cuerpo buscando leche

Le estamos tratando una diarrea un poco fea con la que lleva unos días, y de la que esperamos que mejore pronto.

Necesitamos mucha ayuda para sacarle adelante, y pueda crecer fuerte y sano.

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